martes, 19 de febrero de 2013

HISTORIA DE LA SEMANA SANTA ZALAMEÑA (una de las más antiguas de andalucía)


Para situarnos en lo que son las celebraciones y desfiles procesionales actuales de nuestra Semana Santa debemos retroceder hasta el año 1580, con la Hermandad de la Vera Cruz y Stmo Cristo de la Sangre, filial de la sevillana del mismo nombre, cuyas reglas fueron aprobadas el 1 de julio de 1580 por el arzobispo Cristóbal de Rojas y Sandoval.
Tenía unas reglas muy severas, cuyo objetivo era desagraviar las ofensas que sufrió® Cristo en la cruz. Fue su sede el Hospital de Sta María de Augusta situado en lo que hoy es la Plaza de la Constitución. Entre sus cultos estaban el sermón del Viernes Santo y la procesión de madrugada, así como la celebración de la cruz de mayo. Acompañaban a Cristo crucificado dos clases de penitentes unos vestidos con túnica blanca, cordón de San Francisco y escudo de la Vera Cruz denominados hermanos de sangre los cuales llevaban el torso descubierto disciplinándose durante el recorrido.

Los denominados hermanos de luz vestían túnica negra, alpargatas, escudo de la Vera Cruz y cordón de San Francisco, iban iluminado a los hermanos de sangre.



En un momento indeterminado de la historia esta Hermandad desaparece ( siglo XVII o XVIII) pero nos deja la procesión de madrugada que ha perdurado desde entonces y la existencia de dos tipos de penitentes, unos con túnica blanca y otros con túnica negra.


Otra Hermandad de la que existe constancia era la de Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad. Fue refundada en 1865 pero ya se conocía su existencia al menos un siglo antes. Sus reglas establecían el culto y cuidado a la imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno, la cual alumbraban todo el año y acompañaban desde las doce del día del Jueves Santo hasta la conclusión de las tinieblas, así como la procesión ese mismo día por la tarde, acompañado por una banda de música, sin penitentes, desconociéndose el momento en el que estos se incorporan al desfile. También celebraban la circuncisión de Jesús el primero de enero.





Otra manifestación fundamental y característica de la Semana Santa zalameña es la Vía Sacra.
Fue instituida en 1776 por D. Gabriel Alejandro Sanz, director de las minas. Seguramente se practicaba con anterioridad a esta fecha, con algunas diferencias con respecto a la Vía Sacra actual, ya que al parecer asistían hombres y mujeres aunque separados por sacerdotes( Según J. R. Mantero, Revista Hermandad 1976. El 8 de septiembre de 1776 se bendice la Ermita del Santo Sepulcro como estación final del Vía Crucis. Un año más tarde, una viuda de la localidad Dª María Hidalgo regala la imagen de Cristo Yacente.
De las peculiaridades de la Vía Sacra destaca que solo pueden asistir a la misma hombres, permaneciendo las mujeres en casa desde el toque de corneta y esquila, poco después de terminar la procesión del Santo Entierro, hasta el final del Vía Crucis. Tan solo lo presencian aquellas que viven en el recorrido del mismo tras las ventanas o puertas. Antiguamente se multaba de manera simbólica a las mujeres que eran sorprendidas durante el trayecto. Otra peculiaridad de esta Vía Sacra la constituye la existencia de quince estaciones en lugar de las catorce habituales en otros Vía Crucis, siendo la última la correspondiente a la Resurrección de Jesucristo.
Otro hecho característico de nuestra Semana Santa es la instalación del Monumento en el sagrario de la iglesia, el cual era velado antiguamente por miembros de la Hermandad del Stmo Sacramento.

Como sucedió con el resto de imágenes y templos de nuestro pueblo, los Cristos y Vírgenes desaparecieron en el incendio de julio de 1936. En los años posteriores a la guerra la actual Hermandad de Penitencia recoge la herencia y el testigo de las antiguas Hermandades y con nuevas imágenes, salidas de las manos de los artistas D. Manuel Domínguez, natural de Zalamea y el imaginero Sr. Bidón, hace que año tras año sigamos disfrutando de nuestra Semana Santa.
De ésta nueva etapa hay que señalar algunas novedades así como la recuperación de antiguos elementos propios de esta celebración.
A mediados del S. XX comienza a procesionar Ntro. Padre Jesús Cautivo en la tarde del Miércoles Santo, en los años ochenta se le une el misterio de la Oración en el Huerto cuyas imágenes se encuentran en la Ermita de la Divina Pastora, pero en 1995 deja de salir por decisión de la Hermandad.

Se recupera la presencia de la Verónica y las tres Marías en la procesión del Jueves Santo y en la de madrugada, acompañan al Cristo de la Sangre un trío de música de cámara dando un aire de solemnidad al desfile.
Un hecho importante es el nombramiento de S.M. el Rey D. Juan Carlos I como hermano mayor honorario adquiriendo el título de “Real” la Hermandad.
Una tradición desaparecida y muy curiosa era la “Matraca”, que sustituían a las campanas desde el Viernes Santo hasta la Resurrección del Señor. Estaba compuesta por una cruceta de madera con unos trozos de metal parecidos a un badajo que producían un sonido muy particular.
Una semana antes se celebra el pregón y el solemne traslado del Cristo de la Sangre a su paso procesional.
Se está recuperando la quema de Judas que había caído en el olvido en los últimos años. Desde el año 2002 se celebra las Cruces de Mayo organizadas por la Hermandad en la participan gran cantidad de niños y niñas desfilando con sus pasos teniendo una gran aceptación.
De la gastronomía de la Semana Santa destacan las populares torrijas y la costumbre de la rosca con el huevo el Miércoles Santo disponibles en las panaderías de la localidad.


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